Con el mayor respeto posible, independiente del significado histórico de las fotografías, esto me encantó. El hecho de que esa inmensa pared llena de fotos de detenidos desaparecidos nos realice una invitación a observarlas una por una e incluso a que llegásemos a recordar algunos rostros me parece increíble, impactante por donde se le mire. Sin lugar a dudas cumple su objetivo, es un museo de la MEMORIA totalmente.
Aquí otra foto (se pueden ver mis compañeros apreciando el lugar también), me parecen muy conmovedoras las velas, que aunque sean artificiales causan el mismo efecto. Sobre todo como se reflejan sus luces en el piso. Un espacio hecho para dedicarle nuestra atención a las víctimas de un período que ojalá jamás se repita en Chile ni en los demás países. Una visita inolvidable.
Me despido, nos vemos.
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